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Alicia Arés, Atlas poético, Ángela Martín del Burgo, Editorial Cuadernos del Laberinto, España, María Sangüesa, Maryori Vivas, mujeres poetas, Poesía, Poesía contemporánea
Ya ha entrado la madrugada al otro lado del mar… al otro lado del océano que caprichosamente hoy me separa de Madrid. Y la noche evoca la nostalgia de no poder recorrer en este día sus calles y compartir nuevos versos que evocan geografías, en palabras disfrazadas las memorias y en rimas algunos recuerdos.
Hoy se lanza el Atlas Poético, Viajeras del Siglo XXI del cual seis de mis poemas inéditos hacen parte. Así que esta nota es homenaje a ese grupo de poetas, de mujeres contemporáneas que aunamos fuerzas y letras para resistirnos a que los versos mueran. En esta antología los versos nos llevan de la mano a recorrer lugares que han dejado huella en forma de poema en el alma de las poetas; así como la huella que ha dejado mi último viaje a Madrid.
Amigas poetas, Alicia Arés y compañeras de versos… a ocho mil kilómetros de distancia… desde aquí un abrazo y un beso sinceros.
¡Enhorabuena poetas! Hasta pronto.
A MADRID
Cuando te pienso
Vuelvo a nuestro último encuentro
Al más sentido, al mejor vivido,
Y aunque no el primero,
Definitivamente el que más recuerdo.
Vuelvo a viajarte despacio
Sin prisa, viviendo tu otoño,
Encontrando mi espacio
Y hasta siento que soy primavera
Y soy yo quien retoño.
Y me envuelvo en tus salones
Tus tertulias y tus noches de poesía,
Quisiera no tenerte a ocho mil kilómetros
Encontrar a tus poetas, deleitarme en sus letras
Y entre todos ahuyentar la tristeza y melancolía.
En ti mis letras han vuelto a la vida
Se ilusionan, se asoman,
Y entonces también soy yo una poeta
Que te canta a ti Madrid,
a tu belleza sobria, elegante, exquisita.
A BOGOTA
Pensarte es pensarme a mí misma,
pensar tus montañas,
recorrer con mi mente tus rincones,
y así dibujarte en mi memoria.
Dibujando contigo mis recuerdos,
los de mis juegos de infancia,
los de amigos de tarde,
los que llevan ajiaco casero,
cuajada, roscón y chocolate.
Viajarte, es viajar a mi primer viaje,
a mi génesis en el vientre de mi madre
Te viajo cuando te vivo,
y también cuando te extraño;
cuando no veo tu verde,
cuando no estoy a esos
Dos mil seiscientos metros
Más cerca del cielo estrellado.
Eres permanente viaje de otoño,
anfitriona de tardes bohemias,
Cafés, y tertulias
Con calles de asfalto y otras de piedra
Eres tú mi primer viaje, mi primer destino
Este que a lo lejos en un punto del cielo
Monserrate guarda con celo.